29/3/13

MUCHO MÁS QUE EL PESO



Les dejo este muy buen documental brasilero sobre los hábitos de consumo actuales y cómo influyen en los casos cada vez más altos de obesidad en el pueblo brasilero (algo exportable a otros países e importado de norteamerica), especialmente enfocados en los niños.

Comienza contándonos un poco sobre cómo se generó el sistema alimenticio industrializado moderno luego de la segunda guerra mundial en norteamerica, y cómo dicho modelo se exportó a los diferentes países del mundo. Nos enseña cómo está afectando este modelo a los niños, promoviendo el sedentarismo, haciendo que éstos desconozcan la mayoría de las frutas y las verduras y que prefieran cualquier otro alimento industrializado (papas fritas, galletitas, etc.).

También nos explica por qué las bebidas azucaradas son consideradas las más influyentes en los problemas actuales de obesidad (especialmente infantil), mostrando la cantidad de azúcar y calorías que contienen estas bebidas y explicando que el consumo de calorías de las frutas no tienen los mismo efectos generadores de sobrepeso.

Otro detalle importante que nos comenta este documental es la manipulación que existe a nivel publicitario para el consumo de diferentes productos alimenticios, especialmente sobre el público joven. Ya sea utilizando juguetes de regalo (cajita feliz, por ejemplo), la figura de su personaje de televisión preferido o también pequeñas salas de juegos como las que existen en muchos negocios de comida rápida. Es impresionante la forma en que se manipula a los niños para que consuman estos productos.

Otros datos que nos brinda el documental:
En argentina hay más de un 33% de nivel de sobrepeso y obesidad (es mucho comparado a nivel mundial).

La obesidad está relacionada a dolencias como: diabetes, enfermedades cardiovasculares, depresión, estrés, algunos tipos de cáncer.
La mayoría de los niños ya no reconocen a las verduras y frutas más comunes.
Una persona que consuma una lata de gaseosa por día al mes, estaría consumiendo 1,110 kg de azúcar.

El consumo excesivo de azúcar contribuye a la muerte de 34 millones de personas al año en el mundo, el equivalente a la población de Canadá.
Existe una relación que existe entre la obesidad y la cantidad de horas viendo televisión y computadora ("La televisión no es cualquier niñera, es también un vendedor experto. Un vendedor experto y un niño no es muy buena combinación").

En EEUU el gobierno gasta u$s 51 millones en propaganda sobre buenos hábitos de vida mientras que la industria norteamericana (alimenticia de productos hipercalóricos y poco nutritivos) gasta u$s1600 millones.

Ver vídeo aquí: 

24/3/13

30 CONSEJOS PARA REVOLUCIONAR TU COCINA



¿Cocina y revolución son palabras compatibles? Solemos creer que los cambios sociales se gestan en las mesas de negociaciones, campos de batalla u ocupando las calles, pero también, y fundamentalmente, es desde nuestros hogares donde se mejora el mundo.

El 17 de mayo 2013 es el día en que más de 600 ciudades de distintos continentes celebrarán el Día de la Revolución de la Comida (Food Revolution Day) al grito de ¡PODEMOS COMER MEJOR! y con una mano alzada con una cuchara. Está iniciativa está apoyada por cientos de chefs (como Jamie Oliver), profesionales de la nutrición, escuelas, organismos oficiales y personas anónimas que pretender alertar sobre que cada vez comemos peor y sus consecuencias, concienciar e informar sobre los alimentos sanos y recordarnos que los consumidores tenemos el poder de mejorar nuestra salud y hacer que la industria alimentaria cambie.

Cocinar casero es hoy en día un acto revolucionario en si mismo e implica una autogestión de nuestra salud y, además, si elegimos bien los alimentos, también estamos apostando por la soberanía alimentaria, la economía sostenible, el comercio justo y el desarrollo de nuestros territorios. Todo desde nuestros fogones.

Y conscientes de que en la actualidad en las familias los dos miembros suelen trabajar fuera de casa, que cada vez se cocina menos, se compran más alimentos procesados y que los niños apenas aprender a cocinar de sus padres, los organizadores de este proyecto han creado una guía con 30 consejos para hacer la revolución de la comida en nuestros hogares (PDF en inglés) con el deseo de unir a las familias a través de la alimentación (sentarse a la mesa unidos), mejorar los conocimientos sobre salud y prevención, y aumentar la esperanza de vida.

¿Quién hubiese dicho que una cuchara de madera iba a hacer tanto por nosotros y por el mundo? Estos son los 30 consejos para revolucionar tu cocina (traducción libre y ampliada):



1. Adiós a los viejos hábitos y bienvenidos los nuevos
Reunirse los miembros del hogar y hablar sobre la salud familiar, estilo de vida y hábitos alimenticios actuales. Se trata de reflexionar y consensuar entre todos los cambios a introducir para tener una dieta más saludable. Hacer una lista con las metas y dejarla en un lugar visible.

2. Nunca es demasiado tarde para aprender a cocinar más sano e implicar a toda la familia en ello
Con tantos libros, blogs gastronómicos, clases presenciales y vídeos, ya no hay excusas para solo saber freír un huevo. Con voluntad, no habrá receta que se resista. Y todos en casa pueden ayudar en alguna tarea, desde planificar el menú, comprar alimentos, preparar, conservar, cultivar…

3. Prediquemos con el ejemplo
“Haz lo que yo digo pero no hagas lo que yo hago”. Los niños aprenden observando a sus padres y familiares por lo que para implantar hábitos sanos en el hogar, hay que empezar por predicar con el ejemplo. Los padres son los primeros que deben comer con placer muchas frutas y verduras.

4. Cocinar productos frescos: de la huerta al plato
Es más barato, sabemos exactamente lo que lo que estamos comiendo y se puede controlar mejor los ingredientes y tamaños de las porciones que comemos.

5. Reinterpretar los platos preferidos de la familia
Ya sabemos lo que gusta en casa y se puede empezar con un “cambio de imagen” añadiendo frutas y verduras. Invitemos a los niños a participar en la cocina explicándoles porqué las nuevas versiones caseras de sus comidas favoritas son mejores que las compradas hechas.

6. Probar cosas nuevas
Existen más frutas que la manzana y el plátano. ¿Por qué no servir trocitos de distintos tipos de frutas y verduras para que los niños puedan experimentar y elegir lo que les gusta? Frente a la rutina, apostemos por la variedad e incluso por productos más “exóticos” como mangos o kiwis

7. Más diversión por favor
Hagamos que comer bien sea divertido jugando a probar nuevos alimentos, cortar formas divertidas o explicar a los niños hechos interesantes sobre el origen de los ingredientes. Se sugiere hacer un cartel para rellenar al comer alimentos nuevos y adivinanzas sobre las propiedades y origen d elos productos.

8. Comer en familia
Los niños que comen en familia toman una dieta más equilibrada que si lo hacen solos. Se crea una rutina, ven el ejemplo de sus padres comiendo alimentos sanos y disfrutan de su mutua compañía. Y recordemos que el desayuno es la comida más importante del día y es un buen momento para estar juntos.

9. Implicar a los niños en la compra de alimentos
Llevar a los niños al mercado significa que pueden ayudar a elegir la comida y será más probable que se la coman. Es una oportunidad para aprender sobre los alimentos y empezar a distinguir entre productos frescos y envasados. También pueden empezar a leer las etiquetas de los productos. Si compramos sin ellos, al menos que participen en confeccionar la lista de la compra.

10. Hacer una lista de compras y atenerse a ella
Planificar las recetas de la semana y hacer una lista con los ingredientes necesarios, de esta forma hay menos posibilidades de caer en comidas preparadas o caprichos en el supermercado. Además, es uno de los consejos básicos para no gastar más de lo necesario

11. Comprar la mejor calidad que nos podamos permitir
Los alimentos ecológicos y la carne producida en granjas orgánicas (sin crecimiento antinatural, animales que ven la luz del sol y comen lo que su especie necesita, etc.) son mejores nutricionalmente y tienen menos tóxicos que la producción industrial. Optemos por ellos en la medida de nuestra posibilidades. Más vale 1 kg de arroz o garbanzos ecológicos que refrescos, gallletas y otros.

12. Leer siempre las etiquetas y aprender a interpretarlas
Evite comprar cualquier cosa ingredientes que no sepamos leer o pronunciar. Los conservantes y aditivos no son alimentos. Siempre que sea posible, optemos por alimentos locales y orgánicos y productos frescos y naturales.

13. Planificar los menús con antelación
Cocinar casero no siempre es fácil cuando estás ocupado durante la semana, pero la organización puede hacer que sea más manejable. Planificar un menú sano y adquirir todos los ingredientes necesarios es importante para poder cocinar con tranquilidad cuando llegemos a casa por la noche. Si comemos fuera, podemos llevar comida casera en tuppers, una forma de ahorrar dinero y cuidarnos.

14. Congelar nuestras comidas caseras
Una gran manera de ahorrar tiempo durante la semana es cocinar con antelación bastante comida y congelarla en porciones para cuando la necesitemos. También podemos congelar frutas y verduras recién cogidas, no conservan todas sus propiedades pero siempre serán mejores que envasadas/enlatadas.

15. Tener una despensa bien surtida de alimentos sanos
Tener una despensa bien surtida con alimentos básicos es una gran ventaja: aceites, cereales, especias, hierbas aromáticas, tomate envasado, … Con una buena despensa de alimentos no/poco perecederos podemos convertir cualquier receta rápida en algo especial cuando vamos con prisa al darle un toque diferente.

16. Las porciones pequeñas son adecuadas para los niños
Tengamos en cuenta que no todos necesitamos las mismas cantidades de comida, especialmente los pequeños. Se aconseja no obligar a los niños a terminar una comida si no quieren más y no utilizar los alimentos como chantaje. Simplemente ponerles la porción adecuada y animarles a comer todo lo que puedan.

17. Los niños no necesitan comida diferente
Desde bien pequeños los niños pueden comer lo mismo que el resto de la familia, incluidos los purés de los bebés (adecuados a su edad). Si los adultos llevamos una dieta sana y equilibrada, los niños igual pero a menor escala.

18. Meriendas y snacks saludables
Futas en trozos, frutos secos, zumos caseros, bocadillos caseros saludables, tortitas de arroz, …. Hay muchas opciones para poner a disposicion de la familia cuando tengan hambre y entre horas, y así los comerán con más facilidad.

19. No prohibir golosinas
La prohibición de ciertos alimentos aumentará su atractivo y consumo a escondidas. Se trata de explicar a los niños que pueden seguir tomando sus caprichos pero menos cantidad y los motivos. Se permite un poco de transgresión de vez en cuando.

20. Cocinar nuestros propios caprichos
Cualquier producto que cocinemos nosotros tendrá menos grasas, sal y azúcar que los preparados. Podemos elaborar nuestros propios pasteles, galletas, palomitas, patatas fritas, … para hacerlos más saludables y evitar conservantes. Moderación.

21. Reducir el consumo de refrescos y beber agua
El agua es mejor bebida que los refrescos y batidos, quita la sed y es mucho más barata. Cuanbo salgamos de casa, llevemos una botella de agua para evitar tentaciones.

22. Menos TV y más actividad física
A todos nos vendría bien pasar menos tiempo frente al televisor y al ordenador y sustituirlo por un deporte o actividad física que toda la familia pueda disfrutar regularmente. Anime a los niños a involucrarse en los deportes escolares y apóyeles.

23. Trasladar la misma filosofía de alimentación a la escuela
Es muy importante mantener una alimentación saludable en casa y transmitir un buen ejemplo, y también lo es extenderlo a la escuela. Hablar con otros padres y proponer cambios en el comedor escolar.

24. Comprar local y conocer a los productores de nuestra zona
Para elegir los mejores alimentos para nuestra familia, optemos por el consumo de temporada y local conociendo a los agricultores de la zona y llevando a los niños, si se puede, a ver los cultivos y granjar y recoger sus propios alimentos. Es la forma de asegurarse productos frescos y apoyar la comunidad (1 y 2)

25. Cultivar nuestra comida en la medida de nuestras posibilidades (desde un tiesto con perejil)
Muchos de nosotros viviemos tan alejados de la naturaleza que no sabemos cómo se cultuiva la comida. Un par de macetas y una tomatera es suficiente para mostrar a los niños cómo hacer una ensalada y conocer ingredientes y sabores. También es una forma de tocar, sentir e interactuar con los alimentos y entender de dónde vienen. Un balcón o ventana es suficiente, un pequeño huerto aún mejor.

26. Perseverar
No hay que rendirse porque nos rechacen las frutas y verduras en casa a la primera porque los estudios demuestran que se necesitan hasta 8-10 intentos para que a un niño le guste un alimento nuevo. Recuerde que no se debe forzar nada, sino motivar y repetir el proceso otro día.

27. Apoyarnos mutuamente y celebrar los pequeños éxitos
Cambiar nuestros hábitos alimenticios no es fácil porque ya hemos acostumbrado el paladar a la comida familiar. Anime a su familia, alabe sus esfuerzos y celebre lo conseguido con recetas nuevas o con alimentos especiales.

28. Experimentar y jugar con los ingredientes
No es necesario seguir las recetas al pie de la letra. Jugar un poco con los ingredientes es una forma de aprender a cocinar y de descubrir sabores diferentes. Deje que los niños experimenten también porque así participan en la cocina mientras se divierten.

29. Implantar los cambios de uno en uno
Todo camino empieza por un pequeño paso. No podremos implementar en casa grandes cambios de golpe pero cada receta o alimento sano que incorporemos es un gran avance. Para cambiar a largo plazo se necesita además el apoyo de todos los miembros, por eso hay que estar unidos y tener las metas claras.

30. La comida es una celebración
Enseñe a los niños que la comida es un placer y cocinar es divertido. Celebrar fiestas y eventos con buenas comidas y recordar que cuanto mejor y más sanos alimentos haya en nuestra vida, mejor estaremos.

Sitio oficial: Food Revolution Day

PDF: FOOD REVOLUTION AT HOME. Hay otros 3 pdf aplicados al colegio, comer fuera de casa y la vida diaria pero la mayoría de los consejos son comunes a todos

20/3/13

GARBANZOS CON "SALSA DE TOMATE QUITAMIEDOS"


1 Manojo de judías verdes
1/2 Col blanca pequeña
1 Puerro grande
Garbanzos.

Tomate
Comino molido
Cilantro molido (semillas)
Ajo
Cayena

En una cazuela se ponen las hortalizas troceadas y los garbanzos (que han estado tda la noche en remojo), se cubren de agua, y un poco más, y se lleva a ebullición. Se pone a fuego lento, se le añade sal y se deja cocer hasta que está hecho.
Aparte se pone en el vaso de la batidora un diente de ajo grande, media cucharadita de cominos molidos, un pellizquito de cilantro molido, una pizquita de cayena, y un chorrito de aceite de oliva virgen extra, y se bate todo hasta que quede homogeneo.
Una vez servidos en el plato los garbanzos con las hortalizas, se le añade la salsa cruda por encima.


17/3/13

TOMATES RELLENOS DE BÙLGUR



Ingredientes:
3 tomates medianos firmes,
 ½ taza de bùlgur (previamente remojado en agua por ½ hora), 
1 cebolla finamente picada, 
1 cucharada de aceite, 
¼ cucharadita cúrcuma, 
 un diente ajo, 
una pizca de pimienta de cayena o de pimienta blanca, 
5 semillas de coriandro, o cilantro 
1/ 2 cucharadita de cilantro fresco picado, 
1 taza de agua, sal a gusto.

Preparación: 
En una cacerola con aceite freímos 1/2 cebolla hasta que nos quede dorada. Agregamos la cúrcuma, el bulgur y una taza de agua. Cocinamos por 10 minutos, y posteriormente le añadimos el coriandro y el cilantro fresco. Revolvemos con una cuchara de madera y reservamos.

Cortamos los tomates por la mitad y les quitamos el interior para utilizarlo posteriormente. Rellenamos los tomates con nuestra mezcla hasta cubrirlos totalmente. En una licuadora ponemos el interior del tomate y la otra mita de la cebolla, pimienta, ajo, sal a gusto y trituramos. En una fuente de horno colocamos la salsa, los tomates rellenos y llevamos al horno por 15 minutos a fuego medio. Servir caliente.

14/3/13

ROOIBOS



El rooibos (nombre científico Aspalathus linearis) es una planta de origen sudafricano cuyo nombre en idioma afrikáans significa arbusto rojo y se pronuncia «roibos» (/ˈrɔɪbɒs/). Es muy popular debido al uso que se hace de sus hojas en preparaciones como infusiones, al que también se le conoce como té rooibos (té rojo sudafricano, que no debe confundirse con el té rojo pu-erh), pero realmente no proviene de la planta del té, Camellia Sinensis.

Características
A. linearis es una especie polimórfica que cuando crece de forma salvaje puede tener diferentes características dependiendo de la región donde se reproduzca. Algunas variedades pueden llegar a medir 30 cm de altura, mientras que otras alcanzan los 2 metros. Las variedades dedicadas al cultivo del "té rojo" suelen ser de tamaño medio de 1,5 metros de altura. La planta posee unas flores amarillas de pequeño tamaño que florecen a finales de la primavera o cercano al comienzo del caluroso verano. Cada flor produce una fruta leguminosa. La planta del rooibos se ha adaptado a un suelo pobre en nutrientes y con unas condiciones climáticas calurosas en extremo. La planta se cultiva en el verano, que en la latitud de Sudáfrica se produce por enero. No contiene Teofilina ni Cafeína.

Producción
La planta del rooibos se cultiva solamente en la región de Cederberg incluida en la provincia Occidental del Cabo. Incluye a una gran famila que alcanza a más de 200 variedades. Las hojas del árbol se dejan oxidar al sol y se refiere popularmente a este proceso como una fermentación (no se trata técnicamente de una fermentación, se denomina así para hacer una equivalencia con la producción del té). Este proceso oxidativo es el que le proporciona a la planta el sabor y el color rojizo característico. Existe igualmente una producción "no fermentada" (es decir no oxidada) que se denomina rooibos verde (pretendiendo hacer una denominación similar con el té verde), esta variedad se comercializa a un precio mayor que la variedad "fermentada" y posee un color amarillento característico. Esta variedad 'no fermentada' posee una gran cantidad de polifenoles antioxidantes. El comienzo del consumo de rooibos se remonta al siglo XVII.

Usos
La popularización de esta planta es bastante reciente. Fue clasificada científicamente en 1772 por el botánico Carl Thunberg; pero el Dr. Nortier, médico y botánico, fue la primera persona que se dedicó a su estudio en profundidad. Además de contrastar sus propiedades medicinales también experimentó su cultivo, ya que era una planta silvestre que crecía principalmente en las montañas Cederberg. Hoy en día ya la podemos encontrar en más de 140 países del mundo. En Sudáfrica se suele tomar mezclado con leche y azúcar.

La preparación de este "té rojo sudafricano" puede llevar más de cinco minutos de preparación de la infusión, lo que deja una bebida de color rojo (en ocasiones parduzco). En algunas tiendas de Sudáfrica se comercializa una variedad denominada rooibos espresso que se elabora de forma similar al café expreso.

Propiedades
Con el rooibos se puede elaborar una infusión rojiza de sabor muy agradable que recuerda algo al gusto de las nueces, es ligeramente dulzón (no contiene azúcar, pero su sabor parece recordarlo) y no posee cafeína ni alcaloides semejantes. Así pues pueden tomarla tanto niños como gente nerviosa o con hipertensión. Se emplea en el tratamiento de las alergias ya que actúa como un antihistamínico natural suave y sin llegar a producir somnolencia. En algunos casos se han realizado investigaciones acerca de inhibición de tumores en laboratorio así como efectos antimutagénicos.

Algunas de las propiedades, probadas y populares de la infusión del rooibos son :.
  • Trastornos digestivos e intestinales: es una planta de la que se cree popularmente que posee efectos beneficiosos ante la diarrea, estreñimiento, gastritis, dolores de estómago, vómitos o náuseas. No existen evidencias científicas que apoyen esta afirmación.
  • Efectos sobre la dentadura: su contenido en calcio y magnesio hacen del rooibos una planta ideal para la dentadura. Las personas con tendencia a las caries se beneficiarán si cambian las bebidas azucaradas por el rooibos.
  • Efecto antioxidante y contra los radicales libres: su aporte de nutrientes antioxidantes como la vitamina C, los flavonoides, el superóxido dismutasa (SOD) y la quercitina ayudan a combatir los radicales libres que son los principales responsables del proceso de envejecimiento, del estrés metabólico y de muchas enfermedades.
  • Bebida deportiva: el efecto antioxidante junto a su aporte multimineral convierten al rooibos en una bebida deportiva que ayuda a reponer las sales eliminadas durante el ejercicio. Colabora, pues, a combatir la acidez que causa en nuestro cuerpo el ejercicio excesivo.
  • Cuidado para los problemas de la piel: la mayoría de los problemas cutáneos como psoriasis, eczemas, picazones, costras, dermatitis del pañal, irritaciones, alergias y urticarias suelen mejorar con su toma. Su carácter antioxidante es el responsable.
  • Efecto mineralizante: aporta algunos minerales como potasio, calcio, hierro, magnesio y zinc. Al tener pocos taninos —los cuales pueden dificultar la metabolización del hierro y las proteínas— el rooibos favorece a la nutrición general del organismo y a la salud.
  • Alivio de espasmos y cólicos infantiles: posee propiedades antiespasmódicas, se ha demostrado su utilidad para aliviar los habituales cólicos infantiles. La variada composición en minerales supone un complemento ideal a la dieta infantil.
  • Equilibrio del sistema nervioso: se considera una bebida depresora del sistema nervioso (relajante como la tila) y por otro lado es rico en minerales como el magnesio, de gran importancia para el sistema nervioso.
El Rooibos es perfecto para calmar la sed, sabe bien caliente y frío, en cualquier momento, puro y aromatizado. No sorprende que sea la bebida nacional de Sudáfrica y que desde hace tiempo tiene un lugar en las cocinas de los amantes de té alrededor de Europa.



13/3/13

"LAS FRANCESAS NO ENGORDAN"


44 consejos para disfrutar de la comida y mantenerse en forma

“Las francesas disfrutan permaneciendo delgadas comiendo bien, mientras que las estadounidenses acostumbran a considerar el peso un conflicto y se obsesionan. Las francesas no se saltan ninguna comida ni la reemplazan por batidos acalóricos. A mediodía comen tres platos y cenan otros tres. Acompañados de vino, bien sûr, claro. ¿Cómo lo hacen? Comen con la cabeza y no abandonan la mesa sintiéndose llenas o culpables. La claves consiste en aprender que MENOS PUEDE SER MÁS y descubrir cómo comer de todo con moderación

“Cuando aprendas a reemplazar la comida basura por exquisiteces que realmente te sacien comprenderás que la regla de “menos es más” no es ninguna tontería y habrás descubierto algo que para las francesas resuta obvio: un solo trozo de buen chocolate negro puede proporcionarte más placer que una docena de barritas de chocolate”
Mireille Guiliano



Érase una adolescente francesa que pasó un año de intercambio escolar en EEUU y regresó a Francia con mejor inglés, experiencias y muchos kilos de más que le acomplejaban y le ataban a hábitos de vida poco recomendables. Afortunadamente, y cuan hada madrina, un médico amigo de su familia le reintrodujo en los principios clásicos de la gastronomía francesa y le reveló los sencillos secretos para recuperar la silueta y equilibrar su relación con la comida, la bebida y la vida.

Décadas después, Mireille Guiliano se convirtió en una alta ejecutiva del mundo del champagne trabajando tanto en EEUU como en Europa, y allá donde iba transmitía sus conocimientos y trucos a las mujeres que querían conseguir/conservar un peso saludable sin castigos.

Su libro “Las francesas no engordan. Secretos para comer con placer y estar delgada toda la vida” se convirtió en un bestseller internacional y puso de manifiesto que la sensatez, la moderación y el respeto por uno mismo son más útiles que dietas estrictas, sentimientos de culpa o dejadez.

No se trata de un libro de nutrición sino de vivencias y de cultura, de vida mediterránea, de disfrutar de la buena mesa, de no autoengañarse, de minimalismo en la cocina (menos es más), de no prohibir sino reducir y apostar por la excelencia en la calidad, de optar por los productos frescos, de temporada y comprados en el mercado, de hacer yogur y pan en casa y del placer de comer bien sin engordar.

Mireille es una gran conocedora de las trampas de la sociedad y el trabajo del siglo XXI para las mujeres modernas y ofrece consejos sencillos para estar sanas a largo plazo. Historias reales, recetas y trucos se mezclan en el libro con palabras francesas y anécdotas divertidas, y lo convirten en una lectura amena y enriquecedora.

Personalmente, me gustó mucho el libro y me apunté la lista de “mandamientos antropológicos” por los que las francesas no engordan y otras mujeres sí.

Merece la pena teneralos en cuenta y adaptarlos a nuestro tipo de dieta y situación personal porque funcionan y porque son un homenaje a cuidarnos, a las cosas sencillas y al placer de los pequeños momentos:


  1. Las francesas tienen la costumbre de pensar en cosas exquisitas para comer. Las estadounidenses tienen la costumbre de preocuparse por alimentos poco saludables
  2. Las francesas comen raciones más pequeñas de más alimentos variados. Las estadounidenses comen raciones más grandes de lo mismo.
  3. Las francesas comen mucha verdura
  4. Las francesas comen mucha fruta
  5. Las francesas adoran el pan y no conciben una vida sin hidrato de carbono.
  6. Las francesas no comen nada «sin grasa», «sin azúcar» ni ninguna cosa desprovista artificialmente de su sabor natural. Optan por lo auténtico, pero con MODERACIÓN
  7. Las francesas adoran el chocolate, sobre todo el negro y ligeramente amargo.
  8. Las francesas aplican los cinco sentidos a la comida, y logran que menos parezca más.
  9. Las francesas mantienen un equilibrio entre el consumo de comida, bebida y la realización de ejercicio.
  10. Las francesas se saltan el programa, pero siempre regresan a él, puesto que creen que sólo hay desvíos, pero nunca callejones sin salida.
  11. Las francesas no suelen pesarse, prefieren controlar su silueta con la vista y la ropa (el «síndrome de la cremallera»)
  12. Las francesas hacen tres comidas diarias
  13. Las francesas no se pasan la vida tomando tentempiés
  14. Las francesas siempre evitan sentirse hambrientas
  15. Las francesaas siempre evitan sentirse llenas
  16. Las francesas entrenas sus papilas gustativas y las de sus hijos desde una edad muy temprana
  17. Las francesas cumplen con los rituales a la hora de comer y nunca comen de pie o con prisas, ni tampoco delante del televisor.
  18. Las francesas no ven mucha televisión.
  19. Las francesas comen y sirven alimentos de temporada, por su salud y su precio, y saben que disponibilidad no equivale a calidad.
  20. A las francesas les encanta descubrir nuevos sabores y siempre experimentan con hierbas y especias para que lo conocido parezca nuevo
  21. Las francesas evitan someter los alimentos a temperaturas extremas y disfrutan comiendo frutas y verduras a temperatura ambiente, y también prefieren el agua a esa temperatura.
  22. A las francesas les desagradan las bebidas fuertes
  23. Las francesas beben vino de manera regular, pero solo en las comidas y sólo una copa (o quizá dos)
  24. A las francesas les encanta el champán, como aperitivo en la comida, y no necesitan que la ocasión sea especial para dercorchar una botella.
  25. Las francesas beben agua durante todo el día
  26. Las francesas eligen sus propios lujos y compensaciones. Saben que las pequeñas cosas cuentan, tanto en la suma como en la resta y que de adultas, todas deben hacerse cargo de su propio equilibrio.
  27. Las francesas disfrutan yendo al mercado
  28. Las francesas planean las comidas con antelación
  29. Las francesas consideran que cenar en casa es tan sexy como cenar fuera.
  30. Las francesas adoran recibir a los amigos en casa
  31. Las francesas dan una gran importancia a la presentación de la comida porque les importa cómo contemplas los platos
  32. Las francesas van andando a todas partes, dentro de lo posible
  33. Las francesas suben por las escaleras siempre que pueden
  34. Las francesas se visten para sacar la basura (nunca se sabe)
  35. Las francesas son tercas y no siguen las tendencias
  36. Las francesas adoran la moda
  37. Las francesas saben que un corte de pelo estupendo, una botella de champán y un perfume divino dan mucho de sí
  38. Las francesas saben que l ‘amour fait maigrir (el amor adelgaza)
  39. Las francesas evitan cualquier cosa que exige demasiado esfuerzo por un placer demasiado escaso
  40. Las framcesas adoran estar sentadas en un café y limitarse a disfrutar del momento
  41. Las frandesas adoran reírse
  42. Las francesas comen por placer
  43. Las francesas no hacen dietas
  44. Las francesas no engordan
Y rescato unas citas del libro que destacan por su realismo, buenas sugerencias a tener en cuenta o por lo anecdótico:


“El 65% de los estadounidenses pesa más de la cuenta y los libros más vendidos son los de dietética, que en su mayoría están redactados como si fueran manuales de bioquímica. (…) De todas maneras la demanda persiste. ¿Por qué? ¿Por qué unos millones de ejemplares no acaban definitivamente con nuestras desgracias? Por decirlo de manera sencilla, por PURO EXTREMISMO INADECUADO”

“Las americanas comen a escondidas con demasiada frecuencia y ese comportamiento se parece más a la CULPA que al placer. Hazlo con moderación”

“Me parece una paradoja americana: que una nación con tantos y tan excelentes atletas, una fascinación por el deporte y una gran pasión por el material deportivo, se las arregle para evitar el camino fácil e indoloro que conduce a estar en forma. A veces creo que todos estos elementos son un vestigio del puritanismo: instrumentos de autoflagelación pública para compensar pecados privados como remolonear en el sofá y comer en exceso. Afortunadamente las francesas no sufren estos excesos del bien y del mal. EL BIENESTAR SUPONE UN EQUILIBRIO que no tiene una definición precisa”

“El buen champan supone una gran diferencia (…) El champán me deleita y mucho. Para mí, es mágico. Y también es un vino sumamente femenino. Adoro todo lo relacionado con él: su seductor color miel, las diminutas burbujas (que danzan para ti), los aromas y los sabores y el maravilloso y prolongado resabio a levadura. Me encanta el estado de ánimo que crea el champán, una sensación que no genera ningún otro vino: celebración, alegría de vivir. También lo considero un vino muy indulgente: el contenido teatral de la copa hace que sea difícil beberlo apresuradamente y nunca me he emborrachado con champán ni me ha provocado resaca. Claro que lo bebo con moderación y siempre acompañando la comida. Como en todas las cosas buenas de esta vida, EL EQUILIBRIO ES FUNDAMENTAL”

“Mi mantra relacionado con la calidad por encima de la cantidad es doblemente importante aplicado a algo tan poderoso como el chocolate” (La autora es adicta a la marca Valhorna, casa chocolatera de lujo francesa)

“Las francesas comen chocolate (unos seis kilos anuales de media). También comen pan (¡hicimos una revolución para poder hacerlo!), otro ingrediente que figura en nuetsra lista de alimentos delictivos. Pero recuerda: la francesas no engordan”

“Para librarte de tu melancolía, ningun ejercicio de yoga, ninguna meditación en una capilla con acompañamiento musical te será más útil que HACER TU PROPIO PAN

Sitio oficial: Mireille Guiliano

12/3/13

SAL DE MESA, VENENO PURO


Sin sal no puede haber vida y, sin embargo, los médicos nos advierten que su consumo elevado es perjudicial para la salud. ¿Cómo se explica esta paradoja? Pues sencillamente porque la llamada sal de mesa tiene muy poco que ver con la sal cristalina natural. La "sal de mesa" es cloruro sódico a la que en algunos casos se añade yodo y flúor y, por tanto, no es el tipo de sal que necesita el cuerpo. La sal cristalina natural no está integrada por los tres o cuatro elementos de la sal de mesa que hoy utilizamos sino por los 84 que componen nuestro cuerpo y en la proporción exacta.

¿Cómo se explica que la sal, cuya importancia en la antigüedad era tal que se usaba para pagar a los soldados -de ella se deriva la palabra "salario"-, sea hoy considerada la causa de tan diversas patologías que se la denomina por eso, junto al azúcar refinado, los "venenos blancos"? Cómo entender tamaña paradoja? ¿Tan equivocados estaban nuestros antepasados en su apreciación? En absoluto. Lo que ocurre es que la sal de mesa actual no tiene nada que ver con la sal que se consumía en la alimentación tanto entonces como hace sólo siglo y medio. Lo que consumimos hoy con el nombre de sal de mesa es cloruro sódico al que a veces se le añade yodo y/o flúor. La sal cristalina natural, sin embargo, tanto la que procede del mar como de las montañas, contiene los 84 elementos que compone el cuerpo humano... en su proporción exacta. Abismal diferencia. Es más, poca gente sabe que la composición de la sangre que fluye por los más de los 90.000 kilómetros de nuestras venas, arterias y capilares- es prácticamente idéntica al agua salina del "mar primario", es decir, una solución con la misma concentración de elementos que tenía el mar hace millones de años, en la época en que la vida animal abandonó las aguas. Hasta el punto de que son muchos los investigadores que vienen denunciando desde hace décadas que en lugar de transfusiones de sangre -acción que conlleva hoy tantos riesgos- se puede introducir en el enfermo que lo requiere agua de mar purificada en lugar de sangre ajena. Claro que eso no permitiría el "negocio" actual que se hace con sangre humana...

PRODUCTO DE LA IGNORANCIA
¿Y por qué la industria decidió un día convertir la sal cristalina natural en simple cloruro sódico? Pues porque al analizar su contenido los científicos de la época afirmaron -con la suficiencia que acompaña siempre a la ignorancia en el ámbito del conocimiento- que los demás elementos que contenía -minerales esenciales y otros oligoelementos- eran "impurezas" innecesarias. Y como bastaba el cloruro sódico para salar los alimentos se decidió que era mejor eliminar todo lo demás. Excuso decir que cualquier parecido entre la "sal" resultante que desde entonces consumimos con los alimentos y la sal natural es inexistente. Y de un alimento que era "oro puro" porque proporcionaba al ser humano todos los elementos necesarios para su subsistencia en la proporción exacta que el organismo necesita se pasó a consumir un producto que es "veneno puro", como muy bien saben los investigadores y los médicos, especialmente nutrólogos y cardiólogos.
Y lo lamentable es que a la toxicidad del cloruro sódico hay que añadir la del yodo y el flúor, minerales que hoy se agregan artificialmente a la sal. El yodo -tóxico para el organismo en cuanto se sobrepasa el mínimo necesario- se añade porque se supone que mejora la función de la tiroides y el flúor -uno de los elementos más radioactivos que existen- porque es "bueno" para los dientes. Un sarcasmo. Sin olvidar que la sal de mesa contiene conservantes cuya declaración en los envases no es obligatoria (el carbonato de calcio, el carbonato de magnesio y los denominados E-535, E-536, E-540, E-550, E-551, E-552, E-553b, E-570 y E-572 así como el hidróxido de aluminio) para evitar que la sal se apelmace. Y, por cierto, ya que se menciona conviene recordar que el aluminio es un metal tóxico que cuando se consume en exceso se deposita en el sistema nervioso y en el cerebro. De hecho, muchos investigadores independientes a los que no se escucha vienen denunciando que podría estar detrás del cada vez más alto nivel de enfermos de Alzheimer en Occidente. A pesar de lo cual, el aluminio se sigue utilizando en la mayor parte de los envases metálicos en los que se hoy comercializan sodas, colas, refrescos y cervezas. ¿Por qué se silencia esto?

LA SAL DE MESA ES TÓXICA

En definitiva, entiéndalo bien: el cloruro sódico, componente básico de la sal refinada de mesa que la mayor parte de la gente consume, es una sustancia tóxica que sobrecarga el organismo por lo que éste, consecuentemente, se apresta a eliminarlo lo antes posible. Y quizás esté usted pensando ahora mismo que no es su caso porque no le echa sal a la ensalada, al pescado o al filete, pero, ¿se ha parado a pensar que la inmensa mayoría de los productos preparados llevan sal como conservante? Pues sepa que trata de un problema grave porque al ser humano le bastan 0,2 gramos al día para tener cubiertas sus necesidades de sal y en Occidente el consumo medio diario por persona está entre 12 y 20 gramos (la ingesta de 40 gramos de golpe puede hasta provocar la muerte). Añádase a ello el hecho de que nuestro cuerpo sólo tiene capacidad para eliminar entre 5 y 7 gramos diarios de cloruro sódico (depende de la edad, constitución y sexo) y a nadie le extrañará que los órganos de eliminación de quien consume habitualmente sal de mesa estén constantemente sobrecargados.
Obviamente, el sodio es un mineral vital para nosotros. Sin él no es posible la vida ya que está en el líquido que baña las células. Lo que sucede es que su equilibrio con el potasio es fundamental y si se rompe puede dar lugar a numerosas patologías, incluidas las cardiovasculares, las renales, las hepáticas y, por supuesto, la hipertensión. Y la única manera de controlar ese equilibrio con seguridad es restringiendo o eliminando el consumo de la sal de mesa, como bien explica José Antonio Campoy en su libro La dieta definitiva.
Como es lógico, pues, nuestro organismo intenta protegerse de esa sobrecarga. ¿Y cómo? Pues hidratándose. El problema es que para ello el cuerpo necesita 23 gramos de "agua" por cada gramo de cloruro sódico que no es capaz de expulsar... pero de "agua celular". Es decir, el cuerpo se ve obligado a sacrificar el agua de las células a fin de evitar el efecto negativo del cloruro sódico. Y eso hace que mueran millones de células deshidratadas con lo que, además, se forma tejido muerto que también hay que eliminar. Por eso el consumo excesivo de "sal de mesa" provoca la formación de edemas y tejido acuoso con exceso de ácido; así pues, también el exceso de sal de mesa es causa de la celulitis (lo que explica por qué la padecen personas que no comiendo apenas grasas sufren ese problema o están obesas).
Pero aún hay más: cuando el consumo es excesivo llega un momento en el que el cuerpo ya no puede dedicar a esa labor de desintoxicación más agua celular y utiliza otra vía para resolver el problema: la cristalización en huesos y articulaciones. Para ello, los aminoácidos de origen animal se unen con el cloruro sódico y se depositan en forma de cristales de ácido úrico dando lugar a la formación de piedras renales y de vesícula así como a la artritis, la artrosis y las enfermedades reumáticas.

LA SAL ES IMPRESCINDIBLE PARA LA VIDA
Llegados este punto hay que dejar bien claro que la sal natural no sólo no es negativa sino absolutamente imprescindible para la vida. Todo lo que hemos explicado hasta ahora se refiere a la sal de mesa refinada que nos han acostumbrado a consumir y se comercializa masivamente. Una "sal" que sólo contiene cloro y sodio además de yodo y flúor -éstos dos minerales en los casos en que se la "enriquece" con ellos-. Minerales que no están además en la proporción natural que deberían hallarse -como en el caso de la sangre- y cuyas frecuencias tampoco son las correctas ya que sus estructuras han sido alteradas en el proceso de manipulación industrial.
Es más, resulta que la mayor parte de la gente tiene carencia de auténtica sal, incluso las que están sobrecargadas de cloruro sódico. De esa sal que contiene los 84 elementos que componen nuestro organismo en una proporción concreta y cuyas frecuencias no han sido alteradas porque pertenecen a la estructura geométrica natural de la sal sin manipular que, por otra parte, es lo que permite que consigamos de ella energía vital.

EL ORIGEN DE LA SAL
Como el lector sabe, la sal se puede obtener del mar o de las minas de sal terrestres. El problema es que hoy los mares y océanos tienen un alto nivel de contaminación, especialmente a causa de los hidrocarburos del petróleo y de la acumulación de metales pesados como el mercurio, el plomo, el cadmio y el arsénico, entre otros. Tóxicos que hacen que la sal marina, aún siendo mucho mejor que la sal refinada de mesa, no tenga ya el mismo efecto positivo que tenía antaño. De hecho, la única sal pura y completa de la Tierra se encuentra hoy únicamente en los lugares donde hace millones de años se secaron los mares primarios: las minas terrestres. En ellas está la única sal que contiene todos los elementos que se encuentran en nuestro cuerpo y, que debidamente mezclada con agua, nos ofrece toda su energía almacenada junto con su contenido en biofotones. Sólo que también en ella hay dos tipos de sal: la que compone el 95% de la mina y que no es sino "sal gema" y otra que se encuentra en forma de vetas y que tiene forma cristalina: la "sal de cristal de roca". Ambas son naturales, contienen los 84 elementos ya mencionados y, por tanto, son de mucho mayor valor que la sal de mesa industrial. Ahora bien, hay una diferencia básica entre ambas: la presión a la que han estado sometidas. Y se trata de una circunstancia muy importante. La razón es simple: los elementos que contiene la sal gema no han recibido suficiente presión y no se encuentran integrados en el cristal sino que se hallan en la superficie y en los espacios intermedios de la estructura cristalina. En cambio, en la sal de cristal de roca sí lo están. Y es precisamente ese hecho el que garantiza la disponibilidad bioquímica de los elementos para nuestras células. Piénsese que es la presión sobre los elementos que componen una determinada estructura lo que provoca que la misma se organice en un estado coloidal, algo de primordial importancia porque nuestras células sólo pueden absorber lo que existe de manera orgánica y coloidal. Ese es el motivo, por ejemplo, de que nuestro organismo no pueda absorber minerales con el agua mineral pues al ser de un grosor excesivo para nuestras células no los puede metabolizar.
En suma, como los elementos contenidos en la sal gema no han recibido la suficiente presión y, por tanto, no se encuentran en estado coloidal su aprovechamiento es mucho menor que el de la sal de cristal que sí ha estado expuesta a enormes presiones durante millones de años. Obviamente, cuanto más elevada haya sido la presión más completa será la estructura cristalina generada. Por tanto, el cristal de roca tiene una geometría y una composición orgánica perfecta pero la sal gema no (sus elementos son de mayor grosor al no haber recibido la suficiente presión para consolidar una estructura cristalina).
¿Y dónde se encuentra la sal de cristal? Pues en forma de vetas o filones cristalinos de color blanco transparente, rosado o rojizo en las minas, rodeadas de sal gema. Vetas que suelen suponer el 1% de toda la mina y se deben además extraer manualmente -sin medios mecánicos- para no alterar su estructura por lo que su explotación ha sido hasta hoy muy limitada al ser poco rentable. Afortunadamente, ese problema se ha solventado y tanto en España como en otros países europeos ha empezado a comercializarse sal de cristal procedente de minas del Himalaya. Una buena noticia porque, según los expertos, su consumo regular puede aliviar -cuando no curar- numerosas enfermedades.
Para ello basta tomar en ayunas cada mañana una pequeña cucharada de café de la solución salina -máximo dos- mezclada con agua mineral. Teniendo en cuenta que lo importante no es tanto la cantidad como la periodicidad de la ingesta. Desde el punto de vista bioquímico, estimula en pocos minutos la actividad gastrointestinal (peristáltica) y esa activación, a su vez, estimula el metabolismo y la digestión. Además, reestablece el equilibrio electrolítico mejorando la conductividad en nuestro cuerpo con la consiguiente mejora de la circulación.
Es más, como la solución salina es un medio excelente para conseguir el equilibrio entre lo ácido y lo alcalino se puede con su ingesta eliminar metales pesados como el mercurio, el plomo, el arsénico, la amalgama y los depósitos calcáreos ya que la sal cristalina es capaz de romper uniones moleculares. En suma, la ingesta diaria de sal de cristal implica someter al organismo a una verdadera cura de desintoxicación al librarle de los depósitos calcáreos, de metales pesados y de otros residuos. Y su preparación es sencilla: basta echar un poco de agua mineral en el frasco en el que se comercializa la sal en forma de rocas de cristal y en poco tiempo el agua se convertirá en una solución salina con la proporción exacta de los 84 elementos mencionados. Déjela allí ya que una vez saturada de sal los cristales no se seguirán disolviendo.

OTRAS PROPIEDADES TERAPÉUTICAS
Quienes han investigado las propiedades de desintoxicación de la sal de cristal advierten que en la etapa inicial pueden empeorar los síntomas que se tienen e, incluso, aparecer otros nuevos. Es decir, se siente a menudo un empeoramiento. Es normal.
En el caso de enfermedades reumáticas como la gota, la artritis y la artrosis, es decir, en enfermedades donde ya se han formado cristales, debe tomarse la solución salina durante varios meses. Hace falta tiempo para que el organismo disuelva los depósitos y los elimine. Y lo mismo ocurre con las piedras renales y de la vesícula biliar. En todo caso, para evitar que la expulsión de las piedras provoque los clásicos cólicos -tan dolorosos- conviene consumir simultáneamente agua dialítica (hablaremos de este tema en la revista próximamente).
También puede aparecer diarrea por su efecto laxante pero aunque sea desagradable es señal de que está teniendo lugar la purificación del intestino.
Cabe decir, para finalizar, que la sal de cristal, además de ayudar a resolver calambres gastrointestinales y problemas digestivos, hepáticos y biliares, es eficaz en muchas afecciones cutáneas y ayuda en las típicas molestias de la mujer como la menstruación, el síndrome premenstrual, los dolores del bajo vientre, el flujo acompañado de picores, el ardor o la vagina seca porque la sal destruye bacterias, hongos y virus e impide su propagación. Y es también útil para la higiene de la boca ya que evita la formación de sarro y caries.
¿Cree que hay motivos para tomarla?

(Jorge Palafox)

4/3/13

CREMA DE COLIFLOR Y PUERRO



Ingredientes:
1 coliflor
4 puerros
1 zanahoria
2 ramitas de apio
sal
comino molido
nata de avena
pimentón dulce
aceite de oliva virgen extra
perejil fresco

Preparación:
Lavamos bien la coliflor y los puerros, pelamos y troceamos la zanahoria y el apio, y ponemos todo en una olla grande con abundante agua salada y dos cucharaditas de comino molido, a hervir.

Cuando esté listo, escurrimos bien (podemos reservar el caldo para hacer una sopa, un arroz…), y pasamos por la batidora, hasta que quede todo muy bien batido, yo personalmente, me gusta darle un toque suave, por eso le añado unos 100 ml de nata, en este caso de avena, que me gusta mucho cómo queda en las cremas.

Finalizamos sirviendo la crema, para darle un toque bonito, ya que es tan blanca esta crema, trituramos perejil fresco con aceite de oliva para hacer un aceite verde, que pondremos sobre la crema, rematando con pimentón dulce espolvoreado.

3/3/13

LA DIETA TRADICIONAL CHINA



La dieta constituye un elemento muy importante dentro de la medicina tradicional china. Los chinos consideran que la mayoría de los alimentos son medicinales, y que si se sigue una dieta adecuada, se realiza un poco de ejercicio, se hacen ejercicios respiratorios y se cuida la higiene personal, se pueden remediar las dolencias leves.

La dieta tradicional china clasifica los alimentos en diferentes categorías. La fundamental es la del yin y el yang, pero a ella se asocian las cuatro energías, los cinco elementos, los cinco sabores y el movimiento del chi. Dichas categorías se vinculan entre sí de una forma bastante compleja, y se tienen todas muy en cuenta a la hora de recomendar una dieta adecuada.

La dieta tradicional china clasifica los alimentos en diferentes categorías:

La fundamental es la del Yin y el Yang, pero a ella se asocian las cuatro energías, los cinco elementos, los cinco sabores y el movimiento del Chi. Dichas categorías se vinculan entre sí de una forma bastante compleja, y se tienen todas muy en cuenta a la hora de recomendar una dieta adecuada.

En medicina china el Yin Yang de la dieta se conoce como trofología. El equivalente científico occidental del equilibrio Yin / Yang en la combinación de los alimentos, es el equilibrio ácido - básico o "PH". Sabemos que si añadimos una medida de ácido a una igual de álcali, la solución química resultante es neutra De allí que se use tomar bicarbonato (sustancia alcalina) para aliviar la acidez de estómago.

Está comprobado científicamente que para iniciar la buena digestión de cualquier proteína animal concentrada, el estómago debe secretar pepsina. Pero también está demostrado que la pepsina sólo puede actuar en un medío sumamente ácido que debe mantener durante varias horas hasta la completa digestión de las proteínas. Otro hecho igualmente comprobado es que, cuando matamos un pedazo de pan, papa o cualquier otro hidrato de carbono, las glándulas salivales segregan inmediatarriente ptialina y otros jugos alcalinos. Después de tragada la fécula alcalinizada necesita hallar en el estómago un medio alcalino para terminar de ser digerida por completo. Es fácil comprender lo que ocurre, cuando se ingiere simultáneamente hidratos, y proteínas.

El estómago, en respuesta a la presencia de proteína y féculas segrega al mismo tiempo jugos ácidos y alcalinos que se neutralizan entre sí y dejan una solución acuosa incapaz de digerir correctamente ni una cosa ni la otra Lo que sucede a continuación es que las proteínas se pudren y las féculas fermentan debido a la constante presencia de bacterias en el canal digestivo.

La putrefacción y la fermentación son las causas principales de todo tipo de problemas digestivos como gases, ardor, hinchazón, estreñimiento, heces fétidas, colitis, etc. Muchas de las llamadas "alergias" son también consecuencia directa de la mala combinación de los alimentos. La corriente sanguínea absorbe toxinas de la masa fermentada y putrefacta de los intestinos y estas toxinas a su vez provocan erupciones, urticarias dolores de cabeza y náuseas, y otros síntomas que se catalogan como alergias Los mismos alimentos capaces de producir una reacción alérgica cuando están mal combinados, muchas veces no producen ningún efecto cuando están bien combinados. 

Clasificación de los alimentos según la medicina tradicional china:
Según la NATURALEZA: Caliente, Tibio, Neutro, Fresco y Frío
Según el SABOR: Ácido, Amargo, Salado, Dulce y Picante
Según su COLOR: Rojo, Amarillo, Verde, Negro y Blanco
Según la DIRECCIÓN QUE INDUCEN
Según el MERIDIANO DE ACCIÓN
Según la constitución de la persona, la estación del año, la hora del día, etc.

Según la NATURALEZA del alimento:

CALIENTES y TIBIOS (Yang): Calientan, tonifican el Qi y el Yang, secan, mueven, transforman, ascienden la energía y la expelen hacia el exterior, facilitan el metabolismo. Útiles en estados de fatiga, frío, dolores reumáticos tipo frío, estasis de sangre y energía.

El consumo excesivo de alimentos de energía caliente y comidas con especias (como curry, alcohol, café, cordero, ternera, especias…) da lugar a síntomas de Calor (especialmente de Estómago o del Hígado), como gusto amargo, sensación de ardor en el epigastrio, polidipsia, polifagia, etc.
FRESCOS y FRÍOS (Yin): Refrescan, enfrían, tonifican Yin (sangre, líquidos…), hidratan, lubrican, calman, sedan, ralentizan, nutren, llevan la energía hacia dentro, contraen, forman la estructura. Útiles en casos de fiebre, inflamación, calor, agitación, insomnio, ansiedad.

El consumo excesivo de lo que la MTC considera alimentos de energía Fría y alimentos crudos (como ensaladas, helados, bebidas frías o fruta) pueden también, debilitar la esfera funcional del Bazo (en concreto, Yang de Bazo) y producir síntomas como: diarreas, escalofríos, abdominalgia…

NEUTROS: Equilibran, estabilizan, armonizan
Por otro lado, el exceso de fritos, leche, queso, mantequilla, nata, plátano, cacahuetes o carnes grasas debilitan la función del Bazo (transformación y transporte) y puede causar síntomas de acumulación de Humedad y/o Tan: sinusitis, secreción nasal, sensación de tener la cabeza “atontada”, cefaleas sordas, bronquitis, etc.

Los cinco elementos y los cinco sabores:
La teoría de los cinco elementos se basa en la idea de que todos los fenómenos del universo son el resultado del movimiento y mutación de las cinco categorías: madera, fuego, tierra, metal y agua, también conocidas como las cinco fases. Para gozar de buena salud, estos elementos deben estar en armonía. Los alimentos y las plantas se emplean para reequilibrar los elementos dentro del cuerpo.
La teoría de los cinco sabores puede considerarse una subcategoría dentro de los cinco elementos. Los cinco sabores son: picante, agrio, amargo, dulce y salado. El término “sabor” hace referencia a la naturaleza curativa de un alimento o planta y no necesariamente a su sabor tal y como se entiende en Occidente. Entre los alimentos picantes se encuentran el ajo, el jengibre y las cebolletas; los limones, las manzanas y los kiwis se consideran agrios; el café, el té y las almendras se consideran amargos; los dátiles, el arroz y el pollo son dulces, y el cerdo, los mejillones y la sal sin refinar son salados.
Cada sabor se asocia con una categoría: los alimentos agrios, amargos y salados son yin, mientras que los picantes y los dulces son yang; cada sabor se asocia con un movimiento específico del chi y se empareja con un órgano vital, de forma que los alimentos con un sabor determinado se emplean para tratar disfunciones sufridas por el órgano correspondiente (ej. Los alimentos dulces se asocian con el estómago, y por lo tanto pueden utilizarse para tratar problemas como la diarrea)

Según constitución de la persona: YANG: Tomar alimentos frescos o neutros, tibios (moderadamente) y evitar alimentos calientes y fríos.
YIN: Tomar alimentos tibios y neutros, algo de alimentos calientes, moderadamente alimentos frescos y evitar los fríos.

Según su SABOR 

Cada sabor tiene una característica energética diferente según el efecto que producen en el organismo tras su digestión. En cantidad moderada, cada sabor, tonifica un órgano, en exceso –lo daña. Una dieta equilibrada debe contener todos los sabores pero con preponderancia del sabor dulce.

ÁCIDO: Tonifica el elemento Madera (Hígado – Vesícula Biliar), tiene naturaleza Yin (función nutritiva y de absorción): astringe, contrae la energía hacia adentro y actúa sobre el hígado y la vesícula biliar (elemento Madera). Los alimentos ácidos son útiles en la pérdida de líquidos orgánicos (vómitos, diarrea, sudor excesivo, hemorragias), promueven la secreción biliar, desintoxicantes y alcalinizantes, evitan el estancamiento de Qi, actúan directamente sobre los tendones y en exceso, pueden crear Humedad.
AMARGO: Tonifica el elemento Fuego (Corazón – Intestino Delgado), tiene naturaleza Yin, favorece el drenaje y la eliminación hacia abajo: evacuación y diuresis; Seca, favorece la digestión, abre el apetito y actúa directamente sobre la Sangre. Por ese motivo, hay que vigilar el exceso de sabor amargo en casos de deficiencia de sangre y/o líquidos orgánicos.
SALADO: Tonifican el elemento Agua (Riñón – Vejiga); Tiene naturaleza Yin (mueve la energía hacia dentro y hacia abajo), actúa directamente sobre los huesos. En cantidad moderada: humedece, lubrifica, ablanda, suaviza, desintoxica, pero en exceso: sobreestimula los riñones, y en consecuencia los daña; también debilita los huesos, la sangre y el corazón
DULCE: Tonifican el elemento Tierra (Bazo – Estómago); Tiene naturaleza Yang (ayudan a ascender la energía). En cantidad moderada: armoniza, refuerza, tonifica, promueve la producción de líquidos orgánicos (lubrifica). En exceso favorece la producción de humedad y flema. Los alimentos dulces según la MTC, actúan directamente sobre la carne (músculos) y están en mayor o menor medida en muchos alimentos.
PICANTE: Tonifica el elemento Metal (Pulmón – Intestino Grueso); Tiene naturaleza Yang (ayuda a ascender la energía hacia arriba y hacia fuera); En cantidad moderada promueve la circulación de la Sangre y energía evitando los estancamientos, y en exceso: sobreestimula los pulmones agotando el Qi y la Sangre. El sabor amargo actúa directamente sobre el “Qi” (energía vital).

Según su COLOR 

El color es vibración, energía y por tanto cada alimento, según sea su color, afectará de diferente forma al organismo.

ROJO: Tiene afinidad por el Corazón, promueve la circulación de la sangre, tonifica, calienta, revitaliza y estimula la sexualidad.
AMARILLO: (Naranjas, marrones) Tienen afinidad por el Bazo – Estómago, estabilizan, equilibran y templan.
VERDE: Tiene afinidad por el Hígado, tonifica la Sangre de Hígado, desintoxica, depura.
NEGRO (es el color más Yin y más profundo): Tiene afinidad por el Riñón y la Vejiga, nutren la energía más profunda del organismo (Jing) y la Sangre, astringe y refresca.
BLANCO: Refuerza el Pulmón – Intestino Grueso. Purifica.
Según la DIRECCIÓN que inducen

Según la dirección:

ASCENDENTE: Los alimentos que inducen a ascender la energía son, en especial, los de sabor DULCE + PICANTE y de naturaleza CALENTE + TEMPLADA: Cebolla, puerros, hinojo, ajo, jengibre, pimienta, canela, clavo, nueces, tomillo, orégano, castañas…
Se usan en: prolapsos, diarreas, metrorragias, pesadez de piernas, cansancio, apatía...

DESCENDENTE: Son en especial, los de sabor AMARGO + SALADO y de naturaleza FRÍA + FRESCA: Diente de león, achicoria, té, cerveza de trigo, algas… Se usan como laxantes y diuréticos, en cefaleas, migrañas, hipertensión, náuseas, vómitos… 

CONCENTRAN Y RECOGEN: Inducen a concentrar y recoger la energía hacia dentro (astringencia). Son en especial, los de sabor ÁCIDO + SALADO y de naturaleza FRESCA + NEUTRA: Frambuesa, naranja, mandarina, escaramujo, azukis, tomate, algas, sepia, calamar…
Se usan en caso de pérdida de líquidos orgánicos: sudor, diarrea, hemorragias, vómitos…, en personas convalecientes, en invierno. Evitarlos en caso de fiebre, resfriado, etc. porque ayudarán a que el factor patógeno penetre más adentro.

DISPERSAN: Inducen a dispersar la energía hacia fuera y son diaforéticas. Son en especial, los de sabor PICANTE. Los alimentos PICANTES CALIENTES – TIBIOS se usan para eliminar Viento Frío: ajo, chilli, pimienta, jengibre, canela.

Los PICANTES FRÍOS se usan para eliminar Viento Calor: menta, rábano

Los chinos consideran que la mayoría de los alimentos son medicinales, y que si se sigue una dieta adecuada, se realiza un poco de ejercicio, se hacen ejercicios respiratorios y se cuida la higiene personal, se pueden remediar las dolencias leves.

Las cuatro energías
El concepto de las cuatro energías puede considerarse como una subcategoría del yin y el yang. Las cuatro energías son caliente, templado, frío y fresco, e indican el efecto básico que ejerce un determinado alimento sobre el cuerpo, no su temperatura.
Los alimentos calientes y templados, tales como los pimientos verdes y rojos, el jengibre seco, los puerros y la leche de coco se consideran yang y se emplean para tratar dolencias relacionadas con el frío causadas por un exceso de yin (por ejemplo, sentir frío, tener diarrea o sufrir reumatismo articular crónico). Los alimentos fríos y frescos, como las berenjenas, la soja germinada, la sandía y los tomates pertenecen a la categoría yin y se emplean para tratar dolencias relacionadas con el calor causadas por un exceso de yang (por ejemplo, la gripe, el estreñimiento y los eczemas). Algunos alimentos como el arroz y la pasta se consideran neutros porque en ellos no predominan ni el frío ni el calor. Estos últimos no ejercen ningún efecto sobre la constitución, y por tanto se consideran como alimentos de uso corriente.

El movimiento del chi
Chi es el término chino que se utiliza para designar la fuerza vital o energía que fluye constantemente por el cuerpo. Existen distintas clases de chi, siendo las principales: el chi congénito, presente en el cuerpo al nacer; el chi protector, que rodea el cuerpo; el chi nutritivo, presente en la comida. El equilibrio, la cantidad y la calidad del chi de un individuo dependen sobre todo de los alimentos y las bebidas que consume, y del aire que respira. Otros factores que pueden influir son los cambios de estación y climáticos, y el estado de los órganos del cuerpo que absorbe el chi.

Cómo seguir una dieta china
Una dieta tradicional china incluye una gran proporción de alimentos neutros, tales como el arroz y la mayoría de cereales, y, según la constitución del individuo, una ingesta debidamente equilibrada de alimentos yin y yang. Puesto que cada alimento compensa los excesos y las carencias del cuerpo de un modo específico –y puesto que cada individuo tiene sus propias necesidades-, ciertos alimentos se consideran perjudiciales para un individuo mientras que para otro son beneficiosos. La salud y la sensación de bienestar de una persona puede mejorar considerablemente al comer o evitar determinados alimentos que afectan a su constitución.
El primer paso para adoptar una dieta china consiste en identificar la constitución del individuo. Una persona puede tener una constitución caliente (yang) o fría (yin). Las primeras deben consumir alimentos que contengan energía fría o fresca; por el contrario, las personas con constitución fría deben consumir básicamente alimentos que contengan energía caliente o templada. La dieta debe asimismo adaptarse a los cambios climáticos y de estación.

Alimentos recomendados:

Excesivamente yang
Pescado blanco, pato, conejo, trigo, cuscús, cebada, mijo, judías verdes, guisantes, soja, tofu, ensaladas, espinacas, remolacha, calabacines, limones peras, manzanas, mandarinas, sandía y uva.

Excesivamente yin 
Cebollas, ajo, jengibre, clavo, zanahorias, apio, hinojo, cordero, ternera, pollo, trigo sarraceno, mijo, castañas, frutos secos, cerezas, lichís e higos.

Poco yang 
Ajo, cebollinos, clavo, canela, cilantro, berenjenas, zanahorias, apio y col cocidos, calabaza, espinacas, puerro, patatas, avena, cacahuetes, trigo, maíz, arroz, soja, mijo, leche caliente, ganso, pollo, miel, marisco, castañas, frutos secos, cerezas, uvas, lichís e higos.

Poco yin
Berenjenas, recmolacha, pepino, espinacas, ensaladas, champiñones, leche de vaca, huevos, pescados de río, cangrejos, gambas, codornices, pato, limones, higos, mandarinas, papayas, peras, manzanas, mangos, melones y pomelos.

Alimentos a Evitar
Excesivamente yang
Mantequilla, nata, todos los productos cárnicos, huevos duros, carnes curadas, quesos grasos, trigo sarraceno, pasta, pasteles, ajo, cebollas, jengibre, apio, pimienta negra, curry y frutos secos.

Excesivamente yin
Ensaladas crudas, pepino, tomate, berro berenjenas, algas ruibarbo, mantequilla, leche, queso, cerdo, conejo, pato, trigo, cebada, avena, cacahuetes, semillas y aceite de girasol, limones, naranjas, pomelo, sandía, melón, peras y mango.

Poco yang
Ensaladas, zanahoria y col crudas, pepinos, tomates, leche de vaca fría, clara de huevo, judías, guisantes, naranjas, piña, pomelos y sandía.

Poco yin
Clavo, canela, pimienta, zanahorias, puerro, trigo sarraceno, albaricoques, castañas, uvas, huevos fritos, pavo, faisán, cordero, frutos secos, café, vino, alcohol y vinagre.




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